Restaurante cántabro

Tanto el personal como las habitaciones y la calidad humana de todos ellos hacen de tu estancia un momento muy agradable. La comida casera estupenda y la piscina es un plus. La localización si quieres hacer senderismo u otra actividad es inmejorable y el pueblo muy agradable. Si vuelvo por estos lares, no dudaremos en repetir.

Espectacular atención por parte de todos, desde el primero hasta el último. Gusto por el detalle. Comida elaborada muy rica. Comedores acogedores y preciosos, con suficiente separación entre las mesas, incluido un precioso reservado para 10 personas para una celebración o cata privadas. Una de las mejores bodegas que he visto y una carta de vinos absolutamente sublime, no se echa ningún vino o espumoso en falta. Y una relación calidad/precio más que aceptable por la grandísima calidad de los productos servidos. No se puede pedir mucho más a un restaurante.

Fuimos a comer un sábado y la verdad que el local es agobiante, la acústica es horrible, se escucha el barullo de todas las mesas. En la sala de abajo se está algo más tranquilo.Como plato destacaría las empanadillas de bonito, la tortilla de patatas y la pluma ibérica, muy rico.También probamos la tarta de queso, no es de las mejores pero no está mal.

Calidad precio muy buena. La famosa tarta de queso no defrauda! También vale la pena la tortilla, si te gusta de sabores fuertes y más líquida. Las mesas un poco pequeñas para nuestro gusto, y te meten un poco de prisa — pero la comida está genial a un precio razonable. No hay sitio perfecto, pero en La Maruca siempre comerás rico por 40 euros o menos

Buen sitio para degustar la gran gastronomía cántabra. Grandes carnes y pescados. Buen servicio. Tienen un buen menú del día, un gran menú especial y además unos platos especiales espectaculares.

Comimos cocido montañés muy bueno, alubias con venado muy rico y de segundo carrilleras muy bien hechas y pimientos rellenos de bacalao, todo perfecto.Los postres, flan de queso espectacular y tarta de queso buena.Nos gustó mucho y volveremos

Vinimos a este restaurante recomendados por nuestro amigo Rasilla y la verdad que estaba todo increíble, pedimos pulpo y de segundo rape negro y no he probado una cosa igual, sin duda volveremos. También destacar el trato del personal que fue estupendo.

Fuimos de comida un total de ocho personas, nos pusieron de manera gratuita una entrada para picar mientras esperábamos de pudin (muy rico).Después pedimos la mayor parte paella, la verdad es que sin más, bien cargada pero poco sabor, las croquetas muy ricas, las rabas un poco sosas, el segundo, la lubina muy rica.El precio del menú barato.La chica que nos atendió super maja y muy rápida.

Es la mejor torta de queso que he probado, sin dudas es la vedette del lugar, una delicia.Pero la tortilla de papas o patatas también súper rica . Los pinchos todos buenos y variados. Y el steak tartare sabroso, lo mismo el arroz con sepia en su tinta. Muy rico y recomendable el lugar.

Absolutamente imprescindible!Solemos pasar julio y algo de agosto en Meruelo y este año ha abierto este negocio y hemos querido probarlo. Sirven comida en el bar pero a nosotros nos ha interesado más la comida para llevar.Nos ha resuelto la papelera de la comida muchas veces porque la comida es riquísima, casera y muy bien elaborada.Tiene menús para llevar de primero, segundo y postre por 6,50€ y os garantizo que come más de uno con un solo menú, porque las cantidades son muy generosas. Carrillera, lentejas, garbanzos con callos o con langostinos, albóndigas o bocartes por mencionar solo unos pocos. Y los postres, deliciosos!Ayer cogimos unas hamburguesas para cenar en casa y están muy muy sabrosas, carne de Ávila con un sabor tan delicioso que sobra hasta el Ketchup.Para colmo, el trato es excelente y los precios muy baratos!Sólo espero que hayan venido para quedarse porque varios días me he ahorrado tener que cocinar... ;)Si estás por la zona, tienes que venir!